Para un talaverano que defiende a capa y espada sus orígenes, su tierra y las señas de identidad de su patria chica, es todo un honor y un orgullo encontrarse en el sitio menos esperado del planeta cerámica de su ciudad, ya que esto denota la importancia de una labor artesana que se viene desarrollando desde hace varios siglos y que en muchos casos ha pasado de una generación a otra en los talleres especializados.
Si bien es cierto que el sector alfarero local lleva ya bastante tiempo inmerso en una crisis comercial complicada de resolver por la feroz competencia de los mercados asiáticos -que ofrecen productos de menor calidad en comparación con los talaveranos-, es evidente que en épocas pasadas vivió momentos mucho mejores, tal y como queda patente en el hecho de que sus creaciones podían encontrarse a lo largo y ancho de la geografía nacional, e incluso al otro lado del charco en el continente americano.
En los últimos años se ha hablado mucho entre los profesionales de la cerámica y entre los diferentes dirigentes políticos sobre propuestas para relanzar tan noble arte. Durante un tiempo este diálogo se concretó en una mayor asistencia de los artesanos a ferias especializadas tanto nacionales como internacionales, ya que se valoró que este tipo de foros eran ideales desde el punto de vista promocional y para captar posibles compradores.
Pero con la aparición de la crisis económica las ayudas para que los ceramistas acudieran a estas citas feriales menguaron o simplemente desaparecieron y, por tanto, los alfareros quedaron un tanto desamparados y faltos de apoyos institucionales.
Primer paso. Hoy en día los profesionales del sector que han logrado mantenerse en activo siguen demandando apoyos de las instituciones y, por lo que le toca al Ayuntamiento de la ciudad, han recogido el guante y están tratando de echarles una mano en todo lo que esté a su alcance. Entre las medidas que ha impulsado el Consistorio está la recuperación de una propuesta realizada hace ya unos años por la Asociación Músico-Cultural ‘Always Elvis’, que tras el viaje de varios de sus componentes a Nueva Orleans descubrió que en varias calles de la ciudad norteamericana había cerámica de Talavera.
Tomando esto como base, el equipo de Gobierno municipal ha comunicado formalmente a las autoridades locales de Nueva Orleans la disposición de los ceramistas talaveranos para llevar a cabo cualquier trabajo de mejora o reparación de las lozas colocadas en diferentes vías de la urbe más grande del estado de Luisiana. La concejala de Artesanía, Comercio y Turismo, Alicia Godoy, señaló a este diario que este ofrecimiento es sólo eso, una propuesta, aunque no dudó en destacar que si se concreta puede resultar un encargo muy importante para los alfareros.
De hecho, el alcalde talaverano, Gonzalo Lago, aprovechó la entrega de premios del concurso ‘La Pasión en cerámica’ celebrada el pasado mes de marzo para dar a conocer públicamente esta iniciativa, que no sólo se circunscribe a Nueva Orleans, sino que también es extensiva al resto de ciudades que puedan tener en sus edificios públicos piezas alfareras procedentes de la ciudad. Sobre este punto, Porto Alegre (Brasil), cuenta con una fuente con la clásica azulejería local de color blanca y azul; en México DF también hay varias construcciones con azulejos talaveranos; en Orán (Argelia) se encuentra el mural cerámico más grande del mundo; y en Puebla (México) y Faenza (Italia), ciudades ambas hermanadas con Talavera, tampoco falta la cerámica local.
Este apoyo al sector de la alfarería se ha reforzado recientemente con la propuesta planteada por una iniciativa ciudadana que está trabajando ya para que la cerámica artística de la ciudad y de Puente del Arzobispo sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.