La posibilidad de que el Parlamento británico rechace el acuerdo sobre el Brexit pactado entre Londres y Bruselas ha llevado a varios dirigentes conservadores a abrir la puerta a otro referéndum en el Reino Unido sobre la permanencia en la UE.

En este sentido se pronunció ayer la ministra de Trabajo, Amber Rudd, quien, hablando en nombre de otros dirigentes de la formación gobernante, apuntó que una nueva consulta sería «plausible» para avanzar hacia una solución para un divorcio ordenado, en caso de que la Cámara de los Comunes no respalde el tratado consensuado.

Por su lado, la primera ministra, Theresa May, indicó que los miembros de su Gabinete están «centrados» en conseguir que el pacto «salga adelante» a partir del próximo mes y  destacó que el debate al respecto comenzará el 9 de enero, con el fin de que la votación definitiva tenga lugar el día 14.

La mandataria reconoció que el principal escollo con el que se encontrarán será la «salvaguarda» en Irlanda del Norte.