El Gobierno deja la puerta abierta a la subida del IVA en la alimentación

AGENCIAS
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El PP ni confirma ni desmiente que este impuesto pueda incrementarse del 10 al 21%, como recomienda el 'Informe Lagares', lo que encarecería el carro de la compra 340 euros al año

El Gobierno deja la puerta abierta a la subida del IVA en la alimentación

Si hay una subida de impuestos que preocupa a los consumidores, esa es la del IVA. Y la nebulosa surgida en torno a que este impuesto puede hasta duplicarse para ciertos productos que cada día llenan el carro de la compra, ensombrece la esperanza de que en la próxima reforma fiscal, otras tasas bajen, como podría suceder con el IRPF.

Por el momento, el Gobierno no termina de dar carpetazo a la negativa de mantener el impuesto sobre el valor añadido en el actual 10%. Pese a ello, tampoco confirma que éste se podría incrementar hasta el 21%, lo que supondría un encarecimiento medio de la cesta de la compra para las familias de unos 342 euros al año. De hecho, esta misma semana, el PP rechazó en la Comisión de Agricultura del Congreso la propuesta del PSOE de instar al Gobierno a comprometerse a no subir este impuesto en los productos de alimentación, argumentando que el objetivo de déficit es «prioritario» y recordando que algunos responsables del Ejecutivo, incluyendo al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete- se han pronunciado ya en contra de esa posibilidad.

La propuesta surgió ya en la iniciativa que el comité de sabios elevó al Gabinete sobre la próxima reforma impositiva. De aceptar esta recomendación, se produciría una subida de golpe de los precios de 11 puntos en los productos que, sin ser tan básicos en el consumo, componen nada menos que el 65% de los que suelen utilizar los hogares en su alimentación diaria, como señala la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).

Según un estudio realizado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop) con datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, un 11% subirían de precio de golpe todas las carnes, en particular las de mayor consumo como las de pollo y cerdo, así como los pescados frescos, aceite, conservas, arroz, azúcar, pastas, bollería, zumos y refrescos e, incluso la comida preparada de bebés y las chucherías.

Los responsables de la industria y la distribución aseguran que, según los datos que manejan, el 98% de los consumidores reduciría su consumo en caso de subirse el IVA. Además, por edades, los más afectados serían los que se encuentran en una franja de entre 25 y 34 años que, según afirman, recortarían su gasto prácticamente en todos los sectores, a excepción del transporte y ciertos productos cotidianos de alimentación.

Europa opina. Por su parte, los organismos internacionales no cesan en su empeño de que se ejecute este alza impositiva y el martes la Comisión Europea publicó un nuevo informe en el que insistía en que, en el marco de la reforma tributaria que prepara el Ejecutivo, una reducción de las cotizaciones sociales que pagan los empresarios «podría ser una contribución útil aunque limitada al reto del paro en España», pero resaltaba, no obstante que «cualquier desplazamiento tributario en España debe ser estrictamente neutro desde el punto de vista de los ingresos para no socavar la consolidación fiscal». Por ello, insiste en que la pérdida de ingresos debe compensarse con una subida del IVA o de los impuestos medioambientales o sobre la propiedad y apuntó que España tiene margen para hacerlo. «La neutralidad presupuestaria de la reducción de los impuestos sobre el trabajo podría garantizarse con aumentos en la fiscalidad en campos en los que están por debajo del promedio de la eurozona».