La Junta rechaza la central de biomasa de Pepino por su impacto ambiental negativo

P. Pérez
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La planta contaba con la oposición de las urbanizaciones por la cercanía a las casas

El proyecto de construcción de una planta de biomasa en el polígono Valdefuentes de Pepino ha recibido por parte de la Consejería de Agricultura la declaración de impacto ambiental negativa. El alcalde del municipio, Inocencio Gil, confirmó a este diario que el Ayuntamiento ya tiene la comunicación de que los informes son desfavorables, y que la resolución se publicará en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el próximo mes de septiembre.«Es una resolución en firme», argumentó Gil, que comunicó la noticia a los vecinos el pasado jueves en la reunión informativa que la comunidad de propietarios de la urbanización El Chaparral celebró junto a la plataforma en contra de su instalación. «Hemos recibido la comunicación por parte de la Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental, y se lo hemos hecho saber a todos los interesados. Ahora se demuestra con documentos que nunca hemos ocultado nada de esta problemática, que heredamos del anterior alcalde, el culpable de dar el primer visto bueno al proyecto».Por su parte, la plataforma contra la instalación de esta planta ha mostrado su satisfacción por la resolución. «Es una noticia muy favorable para los vecinos», declaró el portavoz del colectivo, José de las Heras. «Estamos muy contentos y satisfechos, y agradecemos a los técnicos que viesen que la planta es inviable en esa ubicación. También agradecemos al movimiento vecinal que haya alertado sobre las consecuencias de la central para nuestro entorno», recalcó. La plataforma esperará a que la resolución se publique en el Diario Oficial para «conocer todos los detalles y valorarla».El proyecto para la construcción de la central de biomasa en Pepino comenzó en febrero de 2011, cuando la empresa interesada, Biomasa de Talavera, inició los trámites para conseguir el permiso de la Consejería de Medio Ambiente. El Gobierno regional desestimó la iniciativa con una declaración de impacto medioambiental negativa un año después, en febrero de 2012. La empresa volvió a presentar el proyecto modificado y la Consejería de Agricultura lo sacó a información pública en septiembre de ese mismo año.El movimiento vecinal no se hizo esperar y varios propietarios de la urbanización El Chaparral se constituyeron en plataforma a principios de año. Su objetivo ha sido luchar contra la ubicación de la central al considerar que atentaría gravemente contra el bienestar de los vecinos al situarse a sólo 200 metros de sus casas. Las vibraciones, humos, partículas en suspensión y olores fueron los argumentos del colectivo durante sus actuaciones, en las que recogieron más de 2.000 firmas de apoyo y en las que pidieron que la planta se instalase a, por lo menos, 2 kilómetros de distancia de cualquier núcleo urbano.La resolución de la Junta ha terminado con estas preocupaciones y con el proyecto en la comarca.