«Hemos conseguido que no se nos mire con lástima»

Luis J. Gómez
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El delegado territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, Carlos Javier Hernández, habla a La Tribuna en el 80 aniversario de esta institución

Carlos Javier Hernández, delegado territorial de la ONCE. - Foto: David Pérez

Carlos Javier Hernández te mira. El delegado territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha no tiene ningún resto de visión, pero te mira. Lo hace en la forma de estar pendiente, de dirigirse e incluso en su postura corporal. Y así te mira incluso con más profundidad que la mayoría de personas con las que te puedas cruzar a lo largo del día. Quizá porque el ser humano puede mirar no solo con los ojos.

Ciego, invidente, persona con discapacidad visual ¿cuál es el término que debemos emplear?

El término más exacto que debería utilizarse es el de personas con discapacidad visual. Engloba a ciegos totales o quienes tienen algún resto de visión. Obviamente términos como invidente o ciego los utilizamos. El término ciego forma parte hasta de nuestro acrónimo. No lo huimos porque la ceguera está considerada por la OMS en el caso de personas que tengan menos un décimo de visión según la escala de Wecker. Un décimo de visión te permite no utilizar para tu movilidad un bastón o un perro guía porque tienes un resto visual que te permite desenvolverte.

De niños aprendemos patrones de educación, pero estándares. ¿Cómo nos tenemos que dirigir a las personas con discapacidad visual o en qué fallamos cuando lo hacemos?

Hay que utilizar el sentido común. Si tenemos que dirigirnos a una persona que vemos que va a cruzar la calle y que entendemos que pueda necesitar nuestra ayuda, bastaría con acercarse y decirle ¿quiere que le ayude? Él dirá si necesita ayuda o no. 

Esta semana hicieron un desayuno para periodistas a los que vendaron y así comprobaron lo difícil que les podía resultar una acción tan cotidiana. Por mucho que se intente empatizar ¿de qué barreras no somos conscientes?

Lo hicimos como un juego, pero que  ayuda a que las personas que tenéis la responsabilidad de comunicar, percibáis esto. Cuando hablamos de los gestores de la sociedad, de la administraciones o incluso empresas, lo que pedimos es que tienen que pensar en clave de oportunidad de todos los ciudadanos y que no todos los ciudadanos somos iguales. Hay que legislar para personas altas y bajas, mayores y jóvenes, personas con discapacidad y sin discapacidad. 

Un rebaje de un bordillo para un paso de peatones no solo le viene bien a una persona que va en silla de ruedas, le viene a cualquier familia que vaya con un carrito de bebé o con uno de la compra, nos viene bien a las personas con discapacidad visual para detectar un paso de peatones. Si nos fijamos, las rampas son más utilizadas que las escaleras.

A Toledo llega el Lazarillo tras huir de un amo ciego no muy amable. En la historia de la literatura los personajes ciegos suelen ser secundarios y muchas veces rodeados de un halo de misterio. Son estereotipos antiguos ¿pero siguen cargando con ellos? 

Las artes en general han ido reflejando los personajes según la época y el tiempo. No es lo mismo que lo refleje en la época del Lazarillo a cómo se refleja en el siglo XIX con Pérez Galdós cuando en ‘Misericordia’ tiene un personaje ciego o en la novela de ‘Los últimos días de Pompeya’... o ya Buero Vallejo que en el siglo XX introduce personajes con ceguera en su ‘Ardiente oscuridad’ o ‘El concierto de San Ovidio’ desde  una perspectiva muy diferente a como hoy en día la puede reflejar el cine,  como héroes en ‘Esencia de mujer’ o en plan comedia con ‘No me chilles que no te veo,‘ o drama en ‘Los abrazos rotos’ de Almodóvar. La ONCE desarrolló unos dibujos animados,  con las aventuras de ‘Nicolás’, para introducir el elemento de un chico ciego en la sociedad.

Hay estereotipos, que en el siglo XVI eran personas con una marginalidad, que hoy no tenemos, de tal manera que las personas ciegas son vistas de otra manera. 

¿Pero el arte va a la par que la sociedad? ¿No faltan protagonistas?

Bueno, ahí tenemos un ejemplo como es la película de Javier Fesser ‘Campeones’, que refleja muy bien la discapacidad intelectual, afrontándola desde la comedia pero también desde la realidad de cómo son esas personas. 

Toledo, Cuenca o Almadén son Patrimonio de la Humanidad y tienen valores culturales que deben ser accesibles para todos ¿dónde se ha trabajado para que sea así y dónde hay que esforzarse más?

Hay un itinerario iniciado para aproximar el patrimonio a todos. Cuando se desarrollaron todos los diseños y construcciones de ciudades en su parte histórica, no se tenían en cuento esos factores de accesibilidad y los hemos ido incorporando. Se han diseñado actuaciones para hacer accesible el patrimonio sin perder la esencia de su valor artístico. 

Para las personas con discapacidad visual nos queda camino por hacer, pero sí es verdad que poco a poco se están incorporando desde maquetas táctiles a audioguías o réplicas de reproducciones para que podamos percibir con nuestras manos. 

También sois ‘marca España’. ¿Por qué otros países no tienen una organización como la ONCE? 

En España se conocen asociaciones de personas ciegas desde la Edad Media, cuando se asociaban en cofradías para mendigar y luego para aportar un dinero y tener un entierro digno.  Desde la aparición del sistema braille, conocemos asociaciones y escuelas en el siglo XIX, ya con hambre de conocimiento porque sabían que era una herramienta para salir de la beneficencia. 

Llegamos a principios del siglo XX, cuando muchos ciegos se ganaban la vida cantando los romances de cordel o coplas porque había cierta habilidad de tocar de oído. Y en el sudeste, en Alicante, Murcia y Almería  empiezan a vender unos boletos que pone en marcha la Asociación de Damas Apostólicas. Esto es precursor de lo que ocurriría en el 38, cuando en plena Guerra Civil los ciegos deciden unirse -ya lo intentaron con la República- dispuestos a poner sobre la mesa la renuncia  a una pensión que daba el Gobierno a cambio de que nos diera un instrumento para ganarnos la vida como era la explotación de la lotería. 

Ocho décadas después seguimos fieles a nuestros principios fundacionales. Queremos seguir apostando por ser autónomos e independientes, no ser sujetos pasivos, sino activos. Es difícil que este modelo se traslade a otros países, donde existen asociaciones de ciegos, pero diferentes, unas más por la vía de la educación, otras por las del trabajo y a veces hay que aunar esos esfuerzos.

El trabajo de la ONCE en ocho décadas ¿ha transformado también a la sociedad española?

Sin duda, la ONCE ha evolucionado con la sociedad y la sociedad ha evolucionado con la ONCE. Hemos conseguido que se nos mire a las personas ciegas no con lástima, sino como un ciudadano más. También se ha conseguido que no se legisle para las personas con discapacidad o ciegas, sino con las personas con discapacidad y ciegas. Estamos ahora mismo participando y colaborando con aquellos órganos legislativos que nos llaman para ayudar a regular. Eso en nuestro país es posible y es gracias a la labor de la ONCE. 

En líneas generales todos los españoles sabemos la labor que hace la ONCE. ¿Pero qué trabajo también desempeñáis del que quizá no somos tan conscientes?

Pues quizá el trabajo hormiguita, el más gris quizá, el de los más de 1.500 profesionales que la ONCEtiene contratados y que participan en el servicio de atención personalizada al afiliado. A una persona le viene una discapacidad sobrevenida y pierde la visión y nosotros tenemos equipos profesionales, psicólogos que trabajamos en lo que se llama el ‘ajuste a la ceguera’, en cómo esa persona tiene que afrontar esta nueva situación y que también hay que trabajar con el entorno, pues la familia más directa es muy importante en la aceptación de esa nueva situación y cómo trabajar con ella. Es un trabajo gris que hacen día a día nuestros técnicos y se hace en Cañete o en Molina de Aragón, porque estamos trabajando en las zonas rurales, que es todavía más complicado. 

Hay mucha preocupación por la despoblación. Además de temas como el empleo o los servicios, ¿en qué lo sufre más una persona con discapacidad visual?

La persona con discapacidad visual puede ser prisionero de su pueblo por no tener transporte público para acceder a servicios, al ocio o a ver a un familiar. A veces nos encontramos con poblaciones de Castilla-La Mancha no tienen transporte público un domingo. ¡Y cuidado, que no hablo de pueblecitos de cuarenta o cien habitantes! Hablo de poblaciones mayores. Para un trayecto que un vehículo tarda veinte minutos, tenemos gente que tarda hora y media. 

Las nuevas tecnologías son una buena oportunidad para superar barreras, pero también las puede crear nuevas ¿en qué punto estamos?

A veces damos un paso para adelante y a veces para atrás. Nos encontramos que se remodelan servicios o portales digitales y no se tiene en cuenta la accesibilidad de las personas con discapacidad visual. Viene una entidad bancaria que antes nos permitía operar, cambia el diseño y por hacerla más atractiva o por marketing, nos encontramos que elementos que antes eran accesibles, dejan de serlo. Nos pasa también  con la Administración pública o con las aplicaciones de móvil.

Uno de los pilares de la ONCE es la Educación. ¿Dónde hay que poner los recursos para que en una educación inclusiva no acabe desatendido el alumno con discapacidad visual?

Los alumnos están atendidos. Tenemos identificados en Castilla-La Mancha unos 310 y tenemos un equipo multidisciplinar de psicólogos, maestros, técnicos de accesibilidad, rehabilitación y producción de materiales para que esos chavales tengan sus recursos didácticos adaptados.  Estamos ahora mismo negociando con la Consejería de Educación para la renovación del convenio, que ha funcionado desde que están transferidas las competencias. Nos quedan temas por mejorar y uno de ellos es el trabajo en formación con personal docente y no docente de los centros. 

Lo que sí nos preocupa es que la inclusión no se trata de superar una serie de objetivos curriculares en lengua o matemáticas, sino que es fundamental que participe en los recreos junto a sus compañeros, o que cuando llegue a cierta edad pueda desenvolverse de forma autónoma en un itinerario de su domicilio al colegio, que participe con otros chavales en actividades extraescolares. Es un tema en que la ONCE está poniendo todos los medios en los últimos años para que sea una realidad. 

La creación de empleo es otro de los pilares de la ONCE. ¿Cómo llevaron la crisis y estos últimos años de recuperación?

El tema del empleo para nosotros es fundamental. Como grupo social, es el cuarto empleador de este país. Son cerca de 3.000 las nóminas que salen en Castilla-La Mancha. Tenemos 630 agentes vendedores, unas 70 personas como servicios en la ONCE matriz y cerca de 2.000 trabajadores en el grupo Ilunion, en residencias de mayores, lavanderías industriales o en el tema de logística. 

La crisis nos ha afectado, como todo el mundo. Cierto es que desde 2015  las cosas nos han ido mejor. Como todas las empresas, hemos tenido que hacer cambios, adaptarnos estructuralmente. El grupo Ilunion se genera en 2014 para aprovechar sinergias, crear una nueva marca y eso nos ha permitido tener más visibilidad y poner orden interno de gestión. Hemos tenido que hacer inversión en tecnología, agilizar el proceso y sí que es cierto que no hemos tenido un estrés dramático laboral porque lo hemos podido resolver no generando tanto empleo o ajustando plantillas por jubilaciones y afortunadamente no hemos tenido que tomar medidas más crueles. 

El juego responsable es una de sus fuentes de ingresos y de empleo. Pero las cosas han cambiado mucho con las plataformas online y las casas de apuestas. ¿Cuál es su estrategia ante tanta competencia?

Hoy todavía el 60% de las ventas de la ONCE provienen del cupón, pero sí que es cierto que hemos tenido que incorporar otro tipo de juegos, de canales para ponernos acorde con los tiempos del siglo XXI, incorporar loterías instantáneas o juegos activos. Hemos tenido que posicionarnos por ejemplo en un portal de Internet, www.juegosonce.es. Hasta los 70 éramos los únicos operadores junto con la Lotería del Estado, pero es un sector que ha irrumpido y que obviamente se llevan un trozo de la tarta del juego de nuestro país muy grande. De los casi 37.000 millones de euros que se juegan en nuestro país, la ONCE está en torno a 2.000 millones, el 8% de esa tarta.  

Hablemos de otros juegos, los Paralímpicos. ¿Hasta qué punto que los españoles tengamos buenos resultados se lo debemos a la ONCE?

La ONCE es un importante impulsor del deporte. Es un elemento de inclusión, ayuda al desarrollo personal, a las habilidades psicomotrices, la orientación.. Y sin duda, el espíritu de superación está muy presente. Creo que los primeros Juegos fueron los de Seúl de 88, pero los de Barcelona fueron algo impresionante, donde se volcó la organización. El nivel de España en los Juegos Paralímpicos es superior a los Olímpicos. Eso es porque hay una apuesta decidida.