A menos de tres meses del referéndum del 1 de octubre que ha anunciado del presidente Carles Puigdemont, los partidarios de un Estado catalán caen respecto a la misma encuesta de marzo de 2017: entonces querían la independencia un 44,3%, la rechazaban un 48,5, un 5,5 no lo sabía, y un 1,6 no contestaba