El G.I.A.T. comenzó una investigación de la que se desprende que el sujeto presentaba documentación para la transferencia de dos tractores agrícolas, cuyos titulares habían fallecido tiempo atrás, haciendo aparentar que se encontraban vivos. Los trámites se realizaban a través de una gestoría sita en Albacete que enviaba la documentación a otra de la capital oscense para que fuera presentada.