Mientras el proyecto inicial del POM fechado en 2005 tuvo 149 entidades y particulares que presentaron alegaciones su desarrollo posterior de 2006 y el definitivo de 2007 apenas si dieron oportunidad de opinar a 8 y 6 entidades, respectivamente. El Ayuntamiento de Toledo sopesa la posibilidad de volver al pasado para salir de un atolladero en el que se metió solo.