El alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, aclaró ayer que en su ayuntamiento no se puede hablar de «tránsfugas» y se remitió específicamente a lo que recoge  el pacto contra el transfuguismo. Explicó que de los tres concejales de Ciudadanos que le dejaron ser alcalde, dos entraron en  el Gobierno municipal y entonces, en el verano de 2015, contaron con el visto bueno de la formación naranja en Castilla-La Mancha. Para Velázquez la situación es igual ahora que la que había en verano, así que no entiende este revuelo. «No existe ningún cambio en sus prerrogativas políticas, asignaciones, ni puestos de responsabilidad», comentó, «ha seguido igual que en julio de 2015».

En sí, hay algo que ha cambiado. Y es que esos tres concejales que estaban en Ciudadanos en julio ahora ya no pertenecen a ese partido. Velázquez explicó ayer que «fue el convenio sanitario la gota que colmó el vaso». Señaló que fue el PP quien propuso en el Ayuntamiento aprobar una resolución para exigir a la Junta el mantenimiento del convenio con Madrid. «Los concejales recibieron una llamada de Antonio López para manifestarse en contra», explicó Velázquez en relación con lo que les pidió el líder de Ciudadanos en la región.

Pero aseguró que los representantes de Ciudadanos «entendieron» que tenían que posicionarse a favor de los intereses de los vecinos de Seseña. Y es que recalcó que la mitad de las solicitudes para ser derivados a un hospital de Madrid se han perdido en esta localidad sagreña. «Comprendieron que antes de los intereses partidistas, está la defensa de intereses de sus municipios», apostilló.

Tras esa discrepancias con el líder regional de Ciudadanos, Velázquez explicó que fueron los concejales «los que dejaron de pertenecer a Ciudadanos». Aclaró que después recibieron una carta del partido en los que se les expulsaba. Velázquez cree que ahora PSOE e IU «intentan generar crispación, enfrentamiento» y aclaró que no hay ninguna situación de ingobernabilidad.