Para analizar la percepción ciudadana con respecto al alquiler, el informe recoge resultados significativos del barómetro de la Vivienda y el Alquiler, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, comparando los resultados en 2018 con los de 2014. Una de las conclusiones apunta a que el 80,8% de la ciudadanía encuestada siente que es necesario que las Administraciones Públicas adopten medidas para fomentar los alquileres como forma de resolver el problema de la vivienda.

Según el Barómetro, las acciones que garanticen seguridad al arrendador, crear un parque de vivienda pública y propiciar la rehabilitación de viviendas para destinarlas a alquiler son las tres acciones más valoradas.

En el caso de Toledo, el estudio considera interesante la puesta en marcha de medidas que movilicen las viviendas vacías hacia el mercado del alquiler con incentivos para que los propietarios alquilen los inmuebles; gestionar viviendas que poseen algunas entidades bancarias; o generar promociones de vivienda nueva cuyo destino sea el alquiler o fórmulas como las cooperativas de cesión de uso.

En este sentido, cabe destacar la propuesta gestada desde Urbanismo y Vivienda en torno a un programa de captación y movilización de vivienda vacía hacia el alquiler, que ha sido recientemente sometida a consideración en la Mesa Municipal de Vivienda. Aunque la propuesta se encuentra en fase de estudio, aboga por aumentar el parque público de vivienda asequible en alquiler estableciendo un sistema de garantías para los propietarios

No en vano, los problemas que consideran más importantes las personas preguntadas son los precios de alquiler y de venta de las viviendas. El 20,1% y el 18,7% de los encuestados, respectivamente, lo valoran como un problema muy importante habiendo aumentado significativamente con respecto a 2014. Este fenómeno se materializa en la declaración del 32,9% de las personas en arrendamiento que afirman pagar entre 301 y 500 euros mensuales. Comparando los datos de 2014 y 2018, se ve un notable incremento de las personas que pagan más de 700 euros al mes.

Respecto a las razones por las que se opta por vivir de alquiler, la principal continúa siendo no tener ingresos suficientes para comprar una vivienda, con un 42,3% de las personas encuestadas, seguido de un 14,9% de las personas que no quieren hipotecarse y, también un 14,9%, que manifiesta que una vivienda alquilada permite mayor movilidad.

Por otro lado, el Barómetro muestra una tendencia a que los planes de alquilar una vivienda sean a medio plazo, expectativas nacida de la actual Ley de Arrendamientos Urbanos que fija el plazo máximo de duración del contrato en tres años.

De ahí que se pueda presumir, que una modificación de la ley, que prolongue el periodo de alquiler en un inmueble generaría una mayor expectativa en el tiempo de permanencia de los inquilinos y mayor estabilidad en el acceso a la vivienda con subidas moderadas en su precio en función del IPC.

viviendas vacías. Y puesto que Toledo y su alfoz cuenta la gran cantidad de viviendas vacías, es interesante conocer las razones de los propietarios encuestados de viviendas sin habitar para no destinar los inmuebles al alquiler. El 22,5% declara como primer motivo no necesitarlo económicamente; seguido por la desconfianza e inseguridad ante el incumplimiento del contrato por parte de los inquilinos, con un 21,7%. Así mismo, el tercer motivo es la necesidad de realizar reformas o reparación de la vivienda, con un 19,7% de las respuestas.

Por otro lado, existe una percepción generalizada de que los precios del alquiler en la zona en la que se residen están evolucionando a la alza. El 49,2% de las personas preguntadas indican que los precios son caros o muy caros.