La solidaridad se sentará a la mesa por cuarto año consecutivo gracias al padre Ángel, fundador de una Asociación Mensajeros de la Paz que la próxima cena de Nochebuena volverá a invitar a cerca de 250 personas sin hogar, «con nombres y apellidos», a un menú solidario elaborado por Martín Berasategui. El chef vasco, galardonado con diez estrellas Michelín, será una vez más el encargado de cocinar unos platos que, tras servirse al año pasado en el Círculo de Bellas Artes, llegarán el próximo 24 de diciembre al Museo Nacional del Prado en el año de su bicentenario.

Los comensales entrarán así por el portón-pasaje de Cristina Iglesias hasta el claustro de los Jerónimos, donde el busto del emperador Carlos V será testigo de una velada para el recuerdo. «Nadie se puede negar a la llamada del padre Ángel», confesó el director de comunicación de una de las pinacotecas más importante del mundo, Carlos Chaguaceda, incidiendo en que «las emociones son lo que nos hace distintos».

Sobre el mantel se desplegará el arte de la cocina de Berasategui que, para esta ocasión, propone un toffee de mantequilla salada de guisante con virutas de cabeza de cerdo ibérico, así como un jarrete de cerdo asado con crema de coliflor («en dos cocciones para que pierda ese exceso de gusto a tierra») y su jugo ligado, con un broche de lo más dulce: crema cuajada de chocolate sin hornear con caramelo de vainilla.

Un menú con ángel y mucho arte - Foto: JUAN LAZAROPOBRES PERO DIGNOS. Bocados de alta cocina, elaborados con productos de la empresa cárnica Grupo Tello Alimentación, que harán disfrutar a personas sin techo que, en palabras del padre Ángel, y parafraseando al papa Francisco, «pueden ser pobres, pero nunca deben perder la dignidad». «Sus sonrisas y miradas de felicidad esa noche lo dicen todo», señaló convencido de que «vivimos en una sociedad que siempre está dispuesta a hacer el bien a los demás».

«Orgulloso» de tener por amigo al padre Ángel, Berasategui aseguró que es la cena que «más le toca la fibra sensible» y recordó que cualquiera puede acabar en una situación en la calle. «Yo tranquilamente podía estar así», indicó en una llamada al «inconformismo» para     «hacer que este momento tan saludable que vive la cocina española cuente con ellos».  Fiel a sus «¡garrote!» y «¡hasta la victoria!», el afamado chef vaticinó una «fiesta XXL» llena de «gente increíble».

Desde el Grupo Tello Alimentación, su director general, Alfonso Alcázar, aplaudió la «tarea descomunal» de Martín Berasategui y el padre Ángel, «con sus estrellas terrenales y celestiales», al tiempo que puso de relieve la «obligación» que las empresas tienen con «esa sociedad que nos premia». «Queremos devolverle, sobre todo a su parte más desfavorecida, algo de todo lo que nos da», según apostilló.