Como cada uno en su trabajo, Fran Cano ha podido cometer errores, pero la excavadora que se la ha llevado por delante se llama impaciencia. Desde el día 1 que puso el pie como técnico del CD Toledo el técnico murciano demostró que venía a trabajar y a intentar plasmar su personalidad. Los resultados han estado por debajo de las sensaciones y, por eso, el club ha optado por un relevo en el banquillo, pero la realidad es que se le ha despedido por ser coherente.
Levantó la mano el primero
En un escenario de desolación por el descenso, bastante traumático por otra parte, y tras la marcha de Fernando Collado de la presidencia, Fran Cano fue el primero en levantar la mano. Se ofreció a pesar de que el proyecto expuesto por Jorge Berlanga a principios del verano no era muy ambicioso.
Conoce la Tercera castellano-manchega
Lleva unos cuantos cursos en el Grupo XVIII de Tercera División y sabe perfectamente a los equipos a los que se enfrenta. De hecho, lo ha demostrado modificando alineaciones y el esquema del equipo dependiendo del contrario que estuviera enfrente.
Sin estridencias
Tras la etapa de dos años y medio de Onésimo Sánchez, que no se caracterizó precisamente por la discreción, se pasó a la de Fran Cano al frente del banquillo, siempre en un segundo plano y sin dar una voz más alta que otra.
Menor coste
Su contratación le suponía un menor coste al CD Toledo que la del actual entrenador, que se viene a vivir a la ciudad, lo que claramente aumenta sus emolumentos. Además, trae consigo a un preparador físico de confianza y se mantiene a Charly en nómina. Otro coste añadido más.
Imán para jugadores
Gracias a sus muchas campañas en la Tercera de Castilla-La Mancha, Cano conoce a muchos futbolistas y entrenadores que le ayudaron a traer a piezas contrastadas a la plantilla, como Rubén Moreno, Iván Bueno o Chato. Son jugadores que han devuelto en el campo la confianza del murciano.
Buena gestión
Más allá de los resultados obtenidos, es cierto que el ya exentrenador ha conseguido que el CD Toledo tenga una identidad en torno a futbolistas de calidad que quieren tener la pelota y atacar con rapidez la portería contraria. El debe de los goles encajados es el que le ha mandado a la lona, pero el domingo en el minuto 88 seguía siendo el entrenador y en el descuento dejó de serlo. Eso sí que es una incoherencia.
No a imposiciones
Fran Cano también ha sabido decir que no a ciertas decisiones de los propietarios, que este curso también han traído a varios compatriotas al plantel verde, como Germán Camacho o William Mejía. El extécnico los probó y al ver que no daban el nivel no les siguió utilizando, otro acto de coherencia que quizás haya provocado que se presionara el botón de su ejecución.
Manu Giuli
Desde prácticamente la pretemporada, al murciano le tocó lidiar con los desplantes de Manu Giuli, pero al llegar avalado por los propietarios, le dio al sevillano más oportunidades de las que merecía, hasta que no pudo más y le apartó por indisciplina. Otra acción coherente más. Ahora resultado que parte de cero como el resto de sus compañeros para el nuevo técnico.
Cantera
Un Manu Calleja que en su presentación dice que hay que hacer caso a la cantera. Pues Cano ha dado muchos minutos a Álex Pérez y Adri y a otro futbolista que pasó muchas temporadas de verde, Acuña. Además, ha ido dando minutos al mediocentro Mario Fernández, uno de los valores del Juvenil.