El próximo lunes, a partir de las ocho de la tarde, las calles de Gálvez se transformarán en un espacio para el jolgorio y la convivencia -entre vecinos y forasteros- al calor de las más de 150 lumbres que se reparten por todas las calles de la localidad y a las que los San Antones acuden en su carrera nocturna ataviados con sus viejas vestimentas típicas de esta fiesta al son de los becerros.