«La CHT debe autorizar ya las obras antirriadas en Cebolla»

Marta García
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Lleva dos meses en el cargo, pero ya le ha dado tiempo a conocer las necesidades de la provincia y las peticiones de los alcaldes. El subdelegado conoce bien los problemas de los ayuntamientos, ya que estuvo en el de Talavera de la Reina.

Han pasado poco más de dos meses desde que tomó posesión como subdelegado del Gobierno en Toledo. ¿Le ha dado tiempo a pisar el terreno y conocer las necesidades de la provincia?

Una parte, pero los asuntos son tan amplios, variados y de tanta índole... Lo que he tenido ha sido trato con muchos alcaldes ya y no ha pasado un solo día que no me haya reunido con ellos. Te cuentan cuáles son sus problemas y necesidades y la verdad es que son bastantes.

¿Cuáles son las necesidades que más le repiten?

Se preocupan fundamentalmente por los temas de seguridad. Es un tema repetitivo en todo el país porque los alcaldes de municipios pequeños no disponen de los medios de las ciudades grandes como Toledo, Talavera o municipios de otro tamaño. Aun así, es cierto el agradecimiento que sienten hacia la Guardia Civil y están más tranquilos con su labor a pesar de que les gustaría tener más medios.

También tienen problemas de interpretación de la propia gestión. Más que realizar peticiones sobre proyectos lo que te comentan son  cuestiones de funcionamiento. Desde la Delegación y la Subdelegación llevamos también ese control de la administración local, sabemos que la situación es más complicada y colaboramos con ellos en todo lo que podemos, es decir, en los planes de empleo en zonas  rurales deprimidas o en la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Habla de la gestión de los ayuntamientos y es cierto que muchos de ellos se encuentran ahogados por ese control tan restrictivo del Ministerio de Hacienda. ¿El Gobierno de Pedro Sánchez flexibilizará estas normativas?

Ya ha habido un movimiento, que figuraba en la Ley de Presupuestos de este año, y de algún modo se ha abierto un poco la mano para que los municipios puedan dedicar parte de los remanentes positivos de tesorería a determinados proyectos. Siguen demandando algo más de libertad y así lo estamos trasladando al Ministerio de Hacienda. Estos años de tanto control y regulación han provocado que determinados servicios que prestan los ayuntamiento se hayan quedado un poco cojos. Hay que ayudarles un poco y abrir la mano porque la situación económica está estabilizada y  aunque hay ayuntamientos incumplidores no lo son la mayoría.

Además, la demanda de los ayuntamientos de la provincia se relaciona con el personal y en determinados municipios las restricciones sobre la plantilla han desencadenado que no se hayan puesto al día, como ocurre con las policías locales. También hay otros servicios que quieren prestar los municipios y no pueden. Es un tema de mucha sensibilidad y veremos si en la elaboración de los presupuestos de 2019 se recoge esta situación.

Los ayuntamientos llevan esperando muchos años otro modelo de financiación por parte del Gobierno central. ¿Hay  buenas expectativas?

Procedo de la administración local y he estado doce años como responsable de Hacienda de Talavera de la Reina y es cierto que es la administración que queda en último lugar a pesar de que sus competencias son importantes. Ahora mismo hay un problema fundamental y me consta que la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) está trabajando sobre las plusvalías municipales, una fuente de financiación para los municipios. Es cierto también que las comunidades autónomas están en plena negociación con el Ministerio y la administración local viene después, siempre queda un poco al rebufo del resto de administraciones. Aun así, tendrá que llegar un momento en el que se acometa la financiación local porque las soluciones de los últimos años son muy coyunturales. En este caso, la FEMP también hace un papel importante y fundamental para presionar al Gobierno central.

El pasado fin de semana ocurrió un desastre natural en Cebolla por los efectos de una riada. ¿Se plantean ayudas por parte del Gobierno central para paliar las consecuencias?

A las dos horas de producirse el suceso fui a Cebolla. No fui testigo de la riada, pero sí de los efectos más inmediatos. Estuve hasta entrada la madrugada, pero nada más llegar hablé con el delegado del Gobierno, que se encontraba en Albacete, le comenté la situación y al día siguiente   visitó la zona y adquirió el compromiso de que lo iba a trasladar. La misma mañana del domingo habló con quien tenía que hablar y está organizando reuniones.

Todo está muy regulado legislativamente, pero el problema fundamental es que hay unos proyectos para evitar que se produzcan estas riadas o, al menos, que no ocurran en esta dimensión, presentados en la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y alguien tendrá que explicar por qué desde 2013 o 2014, que se produjo otra riada, no se ha dado autorización. No se entiende porque lo iba a financiar el propio ayuntamiento con la ayuda de la Diputación. Nadie hizo nada y el compromiso del delegado es ver qué ocurre con estos proyectos. Con un problema tan importante se tenía que haber actuado antes.

¿Cuál es el papel de la Confederación Hidrográfica del Tajo con estos proyectos?

Autorizarlo. La alcaldesa de Cebolla y el presidente de la Diputación es lo que trasladan. El proyecto consiste en construir determinados diques de contención más al norte. Además, el problema no es exclusivo de Cebolla porque en ese arroyo vierten otros municipios más al norte y todas las aguas caen ahí. Cebolla ya realizó hace tiempo unas obras de adaptación, pero no son suficientes. Hay que establecer colectores paralelos y abrir cajas para realizar la limpieza. El proyecto cuesta, según la alcaldesa, unos dos millones de euros, pero hay financiación. Si la CHT tiene algún problema tiene que decirlo y si no tiene que autorizarlo ya.