La formación naranja explica que en Toledo hay líneas con pintura resbaladiza, sobre todo en pasos de peatones, señalización inexistente o confusa al estar doblemente pintada. Estima que el coste de repintar rondaría los 300.000 euros. Pone ejemplos concretos como la carretera de la Cornisa o la entrada por la avenida de Madrid.