La ausencia del abogado de la víctima suspende el juicio

J.M.
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La sección segunda de la Audiencia Provincial de Toledo juzgaba ayer desde las 9,30 horas a un individuo identificado por las iniciales N. J., natural de Georgia, por un delito de homicidio en grado de tentativa contra su esposa el 4 de abril de 2017

La ausencia del abogado de la víctima suspende el juicio - Foto: David Pérez

El acusado entraba encapuchado en la Audiencia Provincial y se paseó después a cara descubierta por el pasillo para protagonizar el juicio por tentativa de homicidio contra su pareja, a la que dio presuntamente una paliza que desembocó en tres meses de recuperación. Sin embargo, la incomparecencia del abogado de la acusación particular obligó a la suspensión sin fecha de la sesión.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Toledo juzgaba ayer desde las 9,30 horas a un individuo identificado por las iniciales N. J., natural de Georgia, por un delito de homicidio en grado de tentativa contra su esposa durante la madrugada del 4 de abril del año 2017 en la localidad de Ocaña. La Fiscalía pide nueve años y 11 meses de prisión para el procesado, así como siete de libertad vigilada una vez extinguida la pena.

Según el escrito de la Fiscalía, el procesado golpeó de forma indiscriminada a su pareja por todo el cuerpo sin que ella tuviera posibilidad de defensa y reacción. Los gritos de la mujer fueron acallados por nuevos golpes del acusado. La situación se repitió hasta las dos de la madrugada, momento en que los vecinos del inmueble, asustados por la secuencia de golpes y chillidos de la mujer, reclamaron la presencia de la Guardia Civil.

Los agentes se personaron en la vivienda y fueron contestados por la esposa. Unos 10 minutos después, la Guardia Civil pudo franquear la puerta. La mujer se maquilló para mitigar los efectos físicos de los golpes sobre su rostro. No obstante, las evidencias llevaron a la detención del varón.

La mujer rechazó asistencia médica, así como el traslado a un hospital en ese momento. Unas horas después, un agente acudió de nuevo al domicilio y se encontró a la esposa aturdida e incapaz de mantenerse en pie, por lo que prestó su ayuda para la conducción de la víctima a un centro sanitario.