Javier Mateo inició su discurso -dedicado al Consorcio- considerando a la entidad como «herramienta imprescindible para la rehabilitación del Casco», palabras emitidas para acabar con las ideas de quienes creen que la ‘batalla’ iniciada en torno a la concesión de ayudas públicas es un asunto que sólo interesa al grupo Ganemos». Por ello, tuvo a bien recordar que ya en el Consejo de Participación del Casco -del 26 de noviembre-, se aprobó la necesidad de «reformar la política de subvenciones a través de la inspección y mayor transparencia» destinada a «evitar que el dinero público termine financiando negocios especulativos y mercantiles de apartamentos turísticos».
Así, y una vez acreditó que esta preocupación es «compartida por los ciudadanos y residentes» del Casco, Mateo aludió a la falta de respuesta del Consorcio a su requerimiento de ser informado «de los convenios de los últimos cinco años y de los mecanismos establecidos para el cumplimiento de las obligaciones» suscritas ante una ayuda de la institución. Y puesto que «nos han enviado documentación muy precisa de la obra pero no de los convenios», el portavoz de Ganemos aseveró que «no vamos a aceptar que el Consorcio regatee la información a la ciudadanía sobre su gestión» en esta materia porque debe «ser impecable».
No en vano, «gestiona recursos públicos y debe ofrecer plena transparencia y ser accesible» publicando «los expedientes de los convenios porque estos trámites «no pueden ser la puerta de atrás de las ordenanzas» de ayudas.
La información «es opaca». En este sentido, y puesto todavía «existen dudas» sobre la financiación de determinados proyectos financiados por la entidad -se refería al de la calle Aljibillos-, Javier Mateo aseguró que «no nos vale un mero listado de subvenciones», por lo que instó a variar la dinámica porque «la información disponible en la actualidad es opaca y no permite analizar en qué consisten las actuaciones ni valorar el destino» de las mismas.
Insistió en que «es fundamental que se hagan públicos los datos que permitan sustanciar los detalles de los proyectos subvencionados» mediante «convenios y otras fórmulas» con el objetivo de disipar las dudas que puedan surgir al respecto. Porque, tal y como indicó, «si bien la web del Consorcio informa de los convenios, no permite acceder a la información de los mismos», lo que genera «cierta desconfianza».
Sobre las bases reguladoras en las que especifican que quedan excluidos de las ayudas los apartamentos turísticos, invitó a que también se expliciten -«como así se recoge en la ordenanza municipal»- en «los artículos que hacen referencia a los beneficiarios de las ayudas a la rehabilitación». No evitó afear las palabras de Manuel Santolaya - «nos da igual a que dediquen las viviendas»- porque «chocan contra la esencia misma del Consorcio».