Mora topó con la falta de casta

Álvaro de la Paz
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David Mora, que volvía a Madrid tres días después de abrir la puerta grande, se encontró con un lote imposible. Mansada de El Pilar que condicionó la tarde. Discretas actuaciones de El Fandi y López Simón

Quizás ahora sea uno de los predilectos. Probablemente la apoteosis del martes, gesta absoluta y sin mácula, haya convertido a David Mora en el consentido de Madrid, condición que se otorga a pocos y cuyo y cuyo disfrute no se suele alargar durante mucho tiempo. Si así lo fuera, pobre de él. Tendrá que esperar mejor ocasión. Qué bueyada tuvo enfrente ayer con los toros de la ganadería El Pilar