Enrique Sánchez Lubián ha contado en la presentación cómo fueron los dos años que Carmen de Burgos pasó destinada en Toledo. Reconoce que la escritora lo vio como un castigo, que se granjeó enemistades en la ciudad, pero que le gustaba pasear de noche por los cobertizos y le sirvió de inspiración para algunas de sus obras como el relato 'Triunfante'.