Confiesa que escribir para niños «es más difícil» porque a la hora de escoger las palabras tiene que «bajar cuatro peldaños» con el fin de hacerse comprensible sin caer en la simplicidad. Pero ya de antemano cuenta «con la ventaja» de que los padres estarán al lado para aclarar posibles dudas, por ejemplo cuando utiliza el doble sentido (el poema de Mirella Belmonte se titula 'Como si nada').