Han optado por la solución más cara, de un millón de euros más IVA, (la otra era de 600.000 euros) y que se pagará con «fondos propios» del Ayuntamiento, lo que les deja las manos libres para imponer una tasa a los conductores de fuera de la capital (fiscalmente hablando). Para aparcar gratis seguirá disponible La Peraleda, tal y como dijo durante el último Pleno.