El número de recetas financiadas por el sistema regional de salud creció un 2,3%. Toledo es la primera provincia de la región en gasto farmacéutico (en toda Castilla-La Mancha supuso 480 millones de euros). El Sescam apunta a dos factores: la cronificación de la enfermedad por la vejez y la innovación terapéutica, que también hay que pagarla.