Zamora: "El cáncer es esfuerzo, lucha, prevención y vida"

Nieves Sánchez
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La alcaldesa de Ciudad Real afronta con valentía y serenidad un tratamiento de cinco años tras superar un cáncer de mama que le ha enseñado a relativizar. «Me siento fuerte, agradecida y estoy muy feliz»

Pilar Zamora quedó el 3 de abril a tomar un vino con unas amigas, pero antes tenía un revisión ginecológica rutinaria. El resultado no fue el esperado. El cáncer de mama cayó como una losa sobre su cabeza y su corazón. «El primer pensamiento fue hacia mis hijos y le pedí a mi madre que cuidara de ellos». Sintió «miedo a morir» y un pensamiento la invadió: «¿Por qué a mí?».

Han pasado seis meses y medio de ese día ¿Cómo se encuentra?

Fuerte, ilusionada, pero es verdad que esta enfermedad es una carrera de fondo, que tiene muchas etapas y cada una con sus dificultades, pero hay que estar animada, motivada. Es una lucha de muchas mujeres. Yo me encuentro bien porque tengo por delante muchos retos y porque me he sentido muy apoyada por mi familia, mis amigos, pero también por la ciudadanía en general. Físicamente tengo mis cosas, anímicamente estoy fuerte por seguir haciendo lo que me hace feliz, ser alcaldesa.

¿Si le digo cáncer?

Te digo vida ¡Hay que romper el binomio cáncer-muerte! Tampoco voy a engañar a nadie, no es la primera palabra en la que piensas, pero una vez lo asimilas es lucha, esfuerzo, prevención. Dejamos todo por los demás y nosotras vamos retrasando nuestras citas. Yo estoy aquí porque fui a mi revisión, no la aplacé.

¿Qué sucedió en su interior el día que recibió el diagnóstico?

El 3 de abril el mundo se me vino encima. Estás perdida, no sabes dónde vas, qué hacer, mi primer pensamiento fueron mis hijos. No pude enfrentarme a ellos ese día, tardé un par de días en mirarlos a los ojos, porque lo primero que piensas es que vas a morir. No se me olvidará nunca. Después llegó el 20 de abril, la operación, y me quedé sin el pecho. Es una enfermedad complicada porque ataca a lo más femenino, al pecho, a la melena y hace que tengas menopausia, dolor en los huesos. En mayo llegó la quimio. Al principio parecía agua, no me sentía mal, pero a la séptima es una lucha entre la cabeza y el cuerpo. Siempre gana la cabeza. Terminé los ciclos el 7 de agosto con un aviso falso, me había apuntado ese día como vuelta a la normalidad, pero no es cierto.

¿Qué ha aprendido de esas sesiones y de tantas mujeres luchadoras?

Cada vez hay más mujeres jóvenes en el hospital de día y eso puede parecer malo, pero significa que la prevención funciona, que nos curamos más. De ellas he aprendido lo importante y sanador que es la unidad, compartir experiencias, ayudarnos.

¿Cómo de importante es hablar de la enfermedad?

Mucho, una mujer que tiene cáncer de mama no tiene que avergonzarse de nada. El 6 de abril di una rueda de prensa y pude haber dicho la alcaldesa se va por un problema de salud, pero yo no tenía un problema de salud, tenía cáncer de mama. He estado calva, ahora soy así. Soy esta mujer luchadora.

Las mujeres mastectomizadas reclaman para el Hospital de Ciudad Real una unidad de cirugía reparadora ¿Es la guinda?

Por supuesto. Es muy necesario, habrá gente a la que le pueda parecer banal, pero lo voy a decir muy claro, verte un pecho en condiciones es imprescindible en la cura. Lo estamos reivindicando, yo la primera.

 ¿Qué ha perdido y qué ha ganado en estos meses?

He perdido el tiempo de bajón, de llanto, la rebeldía y he ganado serenidad, paciencia y a valorar las pequeñas cosas. Parece que todo sucede por primera vez. Me siento más serena y fuerte. Tengo mis momentos, la familia se lleva lo suyo, no es sencillo.

¿Qué le está enseñando el cáncer?

A relativizar. Lo importante es vivir cada día. Mi hijo pequeño me decía: mamá si no fuera porque es cáncer, me encanta esta etapa porque estás aquí. Me ha enseñado a parar y a sentir cada abrazo.