Atravesar las puertas del centro El Salvador es pasar a un mundo de fantasía, colores y seres mágicos que casi toman vida. Los primeros que dan la bienvenida a los presentes son los curiosos alebrijes y sus infinitas formas, sacadas de la imaginación de Escribano, única maestra de estos seres en España, y sus aprendices. Todas las piezas recogen las vivencias y sentimientos de sus autores.