«La celebración de esta caridad de Cristo quiera Dios que la experimentemos en esta celebración de la eucaristía en nuestro venerable rito hispano-mozárabe, en este Jueves tan especial para la ciudad de Toledo, pues forma parte de nuestras señas de identidad». Así se refirió ayer el arzobispo, Braulio Rodríguez, al Día Grande de la ciudad que en 2010 recuperó su esencia con una única procesión