Una procesión de diez

J.Guayerbas
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Las buenas temperaturas acompañan el paso de la procesión del Corpus que un año más pecó de ciertos cortes en el cortejo, sublime, con la Custodia de Arfe más espectacular que nunca.

Una procesión única y señera que emociona. Quien acude año tras año a la procesión del Corpus Christi puede apreciar las diferencias de un protocolo que se dice inamovible y cuyo origen se remonta al siglo XVI. Ayer la ciudad disfrutó de su Día Grande mucho mejor que años atrás. El tiempo acompañó y el público supo moverse por el laberinto del Casco para presenciar el paso del cotejo eucarístico.