El PIB de Toledo iguala la suma de Albacete y Guadalajara

Á. de la Paz
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La producción de la provincia supone más del 31% del total de la región. El PIB crece y recupera el nivel previo a la crisis ayudado por el auge del sector primario

El PIB de Toledo iguala la suma de Albacete y Guadalajara - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El Producto Interior Bruto de Toledo (PIB) supone casi la tercera parte de la producción total de Castilla-La Mancha. Los más de 12.000 millones de euros contabilizados en la provincia por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ratifican el liderazgo de la demarcación que ostenta la capitalidad regional. El dinamismo de Toledo, su mayor peso poblacional y la cercanía con Madrid se apuntan como factores para explicar cómo el peso toledano sigue siendo representando algo más del 30% de la riqueza total de la comunidad autónoma, pese a la pujanza de Guadalajara y los notables nudo agrícolas e industriales existentes en Ciudad Real y Albacete. La suma de los PIB de Albacete (7.474 millones) y Guadalajara (4.969 millones) iguala prácticamente con Toledo (12.294 millones).

Así, el porcentaje de la provincia respecto a la región supuso en 2016 que el 31,7% del agregado de la producción de Castilla-La Mancha tuviera Toledo como origen. Unas cifras similares se han registrado a lo largo de los últimos años. En 2010, la proporción entre ambas cifras era del 31,8%. El PIB toledano cerró el ejercicio de 2016 con tasas de crecimiento por segundo año consecutivo. Los indicadores adelantados prevén que tanto 2017 como 2018 mantuvieron la expansión económico aunque a un menor ritmo.

La evolución del PIB de Toledo, con niveles similares en 2010 y 2016, muestra la importancia del sector de agricultura en la recuperación económica. De los 554 millones de euros que este sector aportaba a la riqueza provincial en 2010 se llegó a los 766 millones seis años después. La administración local y regional ha apostado por el fortalecimiento del sector primario como fórmula para el sostenimiento del empleo. El fuerte crecimiento en la exportación de las grandes referencias de nuestro campo, como el aceite de oliva, el queso y especialmente el vino, explican el despegue de la agricultura toledana.

La contracción en la productividad ligada a las actividades de la construcción redujo su peso a poco más de la mitad de la cuantía que generaba en 2010, poco meses después del inicio de la crisis económica y del consiguiente pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

El ladrillo, motor del fenomenal crecimiento de la primera década del siglo, se convirtió tras la restricción del crédito bancario en un sector zombi que necesitó de un severo ajuste. Según su peso en el PIB, la construcción pasó de aportar 1.405 millones de euros al PIB provincial en 2010 a 857 en 2016. Sin embargo, el último año del análisis trajo un repunte notable: en 2014 estas actividades sólo añadieron 709 millones al conjunto de la riqueza de Toledo. 

Entre 2010 y 2013, la función pública sufrió un importante retroceso en su aportación al PIB provincial. La falta de remplazo en las plantillas de la administración provocó la pérdida de puestos de empleo en los sectores dependientes del erario público. Parte de este volumen de empleo se ha  recuperado parcialmente en los últimos años.

Los sectores servicios e industria, los más importantes en el ámbito del empleo y la producción, mantienen niveles parejos a los registrados en los primeros compases de la crisis económica.