Uso hostelero de viviendas rehabilitadas por el Consorcio

J. Monroy
-

Iniciativa Ciudadana denuncia que el Consorcio subvenciona una obra de casi 400.000 euros en Aljibillos, en teoría para la creación de seis viviendas residenciales, que acaban siendo cinco apartamentos turísticos y un local

El ‘Programa de política de rehabilitación de viviendas’ del Consorcio establece como obligación «destinar la vivienda rehabilitada a residencia habitual y permanente, propia o de terceras personas». Además, su uso «debe ser residencial, no se admiten alquileres turísticos ni usos terciarios (hospedaje, comercio, oficinas, salas de reunión, hostelería…)» y los beneficiarios están obligados a «ocupar las viviendas rehabilitadas en un plazo no superior a los seis meses desde la fecha de finalización de las obras. En el caso de adquisición o compra de vivienda rehabilitada el plazo será de un año».

Sin embargo, parece que hay excepciones a estas obligaciones, recogidas en la normativa reguladora que marca las directrices, requisitos y procedimientos a seguir para la concesión de las ayudas ordinarias del Consorcio. Según denuncia Iniciativa Ciudadana por el Toledo Histórico, la familia Chirón ha convertido en apartamentos turísticos un inmueble recién rehabilitado con ayudas del Consorcio, por medio de este programa de ‘Rehabilitación de vivienda’.

Iniciativa denuncia que el Consorcio de Toledo subvenciona con dinero público entre el 36% y el 50% de un presupuesto de 392.485,18 euros para rehabilitar viviendas para uso exclusivamente residencial, «y el resultado es cero viviendas residenciales, cinco apartamentos turísticos y un comercio», a lo que une «un  silencio sepulcral del Consorcio de Toledo».

Cronología. Resumiendo los hechos, Iniciativa recuerda que en 2014, los propietarios del edificio situado entre la calle Aljibillo 3 y la travesía del Aljibillo 2, iniciaron los trámites de solicitud de rehabilitación ante el Consorcio de Toledo. El expediente comenzó siendo presidente del Consorcio Emiliano García Page, y se finalizó con Milagros Tolón.

Los propietarios del edificio son, apunta Iniciativa, con un 80,05%, la familia de empresarios hosteleros Chirón-Salamanca (a través de una sociedad y un familiar que actúa como persona física), y con un 19,95% la sociedad Mal de Amores SL, vinculada al también empresario hostelero Ventura del Álamo.

El presupuesto de ejecución del proyecto es de 392.485,18 euros (IVA incluido). El Consorcio de Toledo lo adjudica a la empresa Gestión y Ejecución de Obra Civil SA. Dado que se trata de edificio catalogado con el nivel ‘E’ de protección, la subvención del Consorcio de Toledo alcanza el 36% del presupuesto. Si bien parte de la subvención sube al 50% o más, para la retirada de cableado y similares, y restauración y preservación de los elementos singulares que se encuentran en el edificio (restos arqueológicos en los sótanos). La intervención del Consorcio de Toledo en esta rehabilitación, insiste Iniciativa, queda dentro del ‘Programa de política de rehabilitación de viviendas’, como consta incluso en la cartelería anunciadora del propio Consorcio en los andamios del edificio en obras.

El resultado. Denuncia Iniciativa que, «aunque ya en esta zona del barrio, conociendo la naturaleza empresarial de los propietarios, corría el fuerte rumor de que el edificio iba a dedicarse a apartamentos turísticos, el señor Gerente del Consorcio, Manuel Santolaya, insistió en varias declaraciones a la prensa que en el edificio de la calle Aljibillo 3, el Consorcio está rehabilitando 6 viviendas residenciales».

No obstante, finalizadas las obras, el edificio restaurado se destina a cinco apartamentos turísticos: Apartamentos Aldaba SL, gestionados por la familia Chirón-Salamanca; y un comercio, de Mal de Amores SL.

No obstante, apunta el colectivo vecinal, se da un caso particular con la vivienda-local dedicado a comercio: «el Consorcio de Toledo informa que llega a un acuerdo con uno de los propietarios, Mal de Amores SL, que no pagó parte de lo que le correspondía del presupuesto de las obras. A cambio, como compensación , el Consorcio tiene para su uso y disposición la vivienda-local durante cuatro años, que, sorprendentemente, decide inmediatamente alquilar de forma directa, sin concurso ni licitación pública, a unos particulares con buenas relaciones con la sociedad Mal de Amores SL, para instalar un comercio con un muy ventajoso precio de alquiler».

Críticas. La conclusión a la que llega Iniciativa tras estudiar este caso es que «algo falla en la política de subvención pública para rehabilitación de viviendas en el Casco Histórico, cuando el Consorcio de Toledo repite que ha intervenido en la recuperación y mejoras de más del 80% del parque residencial de viviendas del barrio destinadas para ser el hogar de vecinos, y, sin embargo, las ofertas de apartamentos turísticos no paran de crecer y el Casco pierde 1.076 vecinos en los últimos 10 años». La realidad, se lamenta, «es que la mayoría de las viviendas residenciales rehabilitadas con subvenciones públicas para este fin, terminan en negocios mercantiles de alojamientos turísticos».

De forma que, con dinero público para mantener y recuperar población del Casco, «se hace negocio privado, con conocimiento de los responsables de las administraciones públicas que forman el Consorcio de Toledo».