Amenaza para el castañar de la Sierra de San Vicente

J.M.
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Estos árboles generan al año casi cinco millones de euros para las familias de El Real de San Vicente, Almendral, Navamorcuende e Hinojosa

Amenaza para el castañar de la Sierra de San Vicente

El Ayuntamiento de El Real de San Vicente se ha apresurado a organizar una charla sobre un insecto originario de China que amenaza con acabar con parte de la producción del castañar de la Sierra de San Vicente, un puntal económico para este pueblo y otros cercanos como Almendral de la Cañada, Navamorcuende e Hinojosa de San Vicente. Resulta especialmente alarmante en una comarca con poco desarrollo industrial. La avispilla del castaño aterrizó en España por Cataluña hace seis años y ya ha colonizado casi todas las regiones castañeras del país. Recientemente, se han detectado también ejemplares en árboles de la Sierra de San Vicente.

El experto en tratamientos del castaño José Antonio Díaz dio el pasado día 4 una charla sobre los posibles tratamientos contra la avispilla, después de la detección de ejemplares en árboles localizados en El Real de San Vicente. «Hay que atajarlo cuando es pequeño el árbol», resaltó en declaraciones a este diario el alcalde de El Real de San Vicente, Jorge Martín.

De esta manera, resulta una grave amenaza para la aproximadamente 600 hectáreas radicadas en esta parte de la provincia, a razón de un máximo de 8.000 euros de beneficios anuales por hectárea, al margen de los ingresos que generan también los boletus. «De ahí la importancia de atajar la avispilla», resaltó el alcalde de El Real de San Vicente.

La avispilla del castaño es un insecto de la familia de los cinípidos que produce unas tumoraciones denominadas agallas en los brotes de las diversas especies de castaño. Estas agallas causan un debilitamiento general del árbol que lo hace más susceptible a otras plagas y enfermedades, llegando incluso, a ocasionar la muerte, aunque el principal efecto es la pérdida de producción, según detalla el experto Óscar Gavira en un artículo publicado en 2017.

En este sentido, el mismo autor apostilla: «Cada hembra puede llegar a poner hasta 300 huevos y cada agalla puede albergar una multitud de larvas. Tras localizarse en Cataluña en el año 2012, en cinco años ya ha colonizado casi la totalidad de las regiones castañeras de España, no tanto por el vuelo del insecto sino por el transporte de árboles infectados. Pese a esta amplia dispersión, no presenta una distribución continua sino que se encuentra localizada en focos o regiones».

también la tinta. Los vecinos de la Sierra de San Vicente recogen los frutos de los castaños aproximadamente entre los días 15 de octubre y 30 de noviembre. Esta amenaza se une a la enfermedad de la tinta, que ha diezmado también el número de ejemplares. En este caso, es un patógeno de plantas que causa la muerte masiva de raíces absorbentes,  reduciendo  la  capacidad  del  árbol  de  absorber agua y nutrientes, y ocasionando síntomas parecidos a los de la sequía. Precisamente, José Antonio Díaz ha destacado por sus trabajos para mitigar el efecto de la tinta en el castañar de la comarca.

El Ayuntamiento de El Real de San Vicente, una localidad de unos 1.000 habitantes, pretende ahora recuperar un total de 200 hectáreas del castañar perdidas por el efecto de la enfermedad de la tinta, teniendo en cuenta que la belleza de estos ejemplares redunda también en una llamada turística. En un solo día, pueden visitar la sierra hasta 900 vehículos.