Esta vez ni siquiera los descuentos, que en otras ocasiones han ayudado a puntuar, salvaron la novena derrota liguera de un Toledo que en su visita a Gernika mostró una pobre imagen, sobre todo en una segunda mitad donde los de Onésimo se limitaron a defender y acabaron pagando su conservadurismo y su falta de balón con un postrero y solitario tanto del local Íñigo Muñoz.