Se trata de una «importantísima colección», explicó Juan Sánchez, que comenzó a generarse en 1958, cuando el sistema de Depósito Legal obligaba a los impresores a entregar a las bibliotecas ejemplares de sus publicaciones, desde libros a folletos. Han sido alojados dentro de la Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha, Bidicam (bidicam.castillalamancha.es).