Es uno de lo momentos que no hay que perderse de la Semana Santa toledana. El Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Caridad han desafiado un año más a las escaleras de la plaza de Padilla. Los costaleros de ambos pasos han salvado a pulso un desnivel ante el aplauso del numeroso público congregado. Tras el esfuerzo, ambos pasos han ido al encuentro del resto de cofradías del Santo Entierro.