«Lo que no esté enfocado al sector digital no tiene futuro»

L.G.E.
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Joan Cruz presenta las seis nuevas lanzaderas de empleo que se pondrán en marcha en Toledo, Albacete, Alcázar, Tomelloso, Ciudad Real y Puertollano. Las fundaciones de Telefónica y Santa María la Real llevan cinco años con este proyecto

Joan Cruz es un historiador al que le encanta contar historias. Es un historiador (especializado en la Edad Media), pero ha trabajado como profesor, en un archivo, como cocinero, en Cooperación Internacional y ahora en la Fundación Telefónica. Y le encanta contar historias de las lanzaderas del empleo, el proyecto que tienen con la Fundación Santa María la Real, con el que se crean grupos de veinte personas desempleados que trabajan en equipo para hacerse un hueco en el mercado laboral. «Soy muy de historias porque me he pateado las 500 que hemos hecho», apunta.

Esta semana se han presentado seis lanzaderas de empleo en Castilla-La Mancha para este curso. Entiendo que si se renueva es porque funciona...

Funcionan extraordinariamente. Llevamos cerca de 650 participantes en la región, en la que hemos tenido 26 lanzaderas. Después de Andalucía es la comunidad con más lanzaderas. Vamos a tener seis nuevas este año, por lo que vamos a sumar 120 participantes, y nos quedará el año que viene, el último del programa de financiación del Fondo Social Europeo y tendremos cinco más.

Antes de presentar las lanzaderas ¿qué trabajo se hace previo para ponerlas en marcha?

Nos juntamos con la Junta y con ellos vemos dónde son las localidades con las que vamos a trabajar. Estamos intentado llegar a todas las localidades mayores de la comunidad. Para que el programa funcione partimos de que deben ser como mínimo de 25.000 habitantes. Con menos es bastante difícil cumplir todas las condiciones que nos pone el Fondo Social Europeo. Es cierto que funcionan mucho mejor cuando son localidades más grandes o que tengan un mínimo de tejido industrial.

Parece una iniciativa muy indicada para ciudades como Talavera, donde habéis estado, o Puertollano, donde repetís, que afrontan una crisis de modelo productivo...

Con las lanzaderas trabajamos con la idea de que estas personas se puedan empoderar. Seleccionamos a veinte personas totalmente diversas, con formaciones muy distintas y que no vengan del mismo campo profesional. Si montamos una lanzadera de 20 electricistas, va a ser difícil encontrar empleo para 20 electricistas. Todos ellos -y con la ayuda de un técnico- aprenden a descubrir todo aquello de ellos mismos que no saben para poderse acercar al mercado laboral. Nosotros no les damos formación laboral.  Lo que trabajamos son habilidades transversales: confianza, trabajo en equipo, liderazgo, comunicación... Sirve para cualquier entorno:hemos tenido lanzaderas en entornos más rurales, más industriales y más urbanos.

Este año se abren las lanzaderas a personas de más de 35 años. ¿Se ha probado antes si funciona?

Empezamos a hacer el experimento en otros sitios antes de empezar con las lanzaderas intergeneracionales.La mezcla de talento joven y talento sénior da un resultado buenísimo. La gente más joven está extraordinariamente preparada, seguramente mucho mejor, pero no tienen ni idea de cómo acercarse al mercado laboral, no sabe lo que es una empresa, no sabe cómo se tienen que relacionar. Los mayores les ayudan en esto y los más jóvenes ayudan a los mayores en redes sociales, por ejemplo.

Una lanzadera suena como un equipo deportivo ¿cuál es la labor del entrenador?

El técnico tiene que hacer que esas personas que el primer día son un grupo de gente se conviertan en un equipo.

Castilla-La Mancha ha presentado su III Plan de Formación Profesional ¿qué tiene que tener?

Tiene que ser muy consciente de que el nuevo modelo productivo es el di digital, tiene que introducir las habilidades digitales. Todo lo que no esté enfocado al nuevo sector digital no tiene futuro. Me temo que estar formando carpinteros en el siglo XXI no tiene sentido. Tiene sentido estar formando gente que trabaje en ciberseguridad, big data, gente que sepa programar.  También hay que trabajar muchísimo en las habilidades transversales, como la comunicación, el trabajo en equipo, la proactividad. Todo eso es básico.  Y luego tener una FP muy vinculada al mundo de la empresa, a lo que demanda el mercado laboral.