'Queremos Saber la Verdad de...' ¿La encina?

Á. de la Paz
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La plataforma Queremos Saber la Verdad del Puy du Fou se manifestó ante la puerta del Palacio de Fuensalida para denunciar que la simbólica primera encina no se adapta a la normativa vigente sobre forestaciones, algo que desde el parque niegan

Plataforma contra Puy du Fou señala primera encina de ilegal - Foto: Yolanda Lancha

La plataforma Queremos Saber la Verdad del Puy du Fou se manifestó ante la puerta del Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional, para denunciar que la simbólica primera encina con que la empresa de matriz francesa y los más altos representantes políticos de las administraciones autonómica y local inauguraron el inicio de las obras en la finca Zurraquín no se adapta a la normativa vigente sobre forestaciones. Según explicó Miguel Ángel Hernández, portavoz del colectivo contrario a la instalación del parque temático en Toledo, el ejemplar procede del Levante español y es una especie diferente a la autóctona del interior peninsular. La concentración congregó a tres decenas de personas.

«Es otra de las mentiras de Puy du Fou, otro de sus actos publicitarios para engañar a la ciudadanía y crear confusión», apuntó el ponente sobre la Quercus ilex ilex trasplantada. La asociación regaló doce esquejes de la variedad Quercus ilex ballota, «encina toledana», como la definió Hernández, a los once miembros que forman el Consejo de Gobierno más el portavoz del Ejecutivo. «La encina que se usó para el acto inaugural es ilegal: la Ley de Montes de Castilla-La Mancha exige el uso de variedades propias del lugar», proclamó.

Desde la organización opuesta al complejo de ocio mostraron su malestar por el incumplimiento de la normativa vigente. «Su ansiedad por mostrar lo grandes que son y dar una imagen que no merecen les llevó a un vivero a encargar una encina sin ver la procedencia». Hernández confirmó que cualquier «técnico forestal o biólogo» podría haber advertido del problema. Queremos Saber la Verdad del Puy du Fou asegura que el ejemplar a cuya plantación ayudaron, entre otros, Emiliano García-Page y Milagros Tolón, se compró, dado su gran tamaño, en un vivero de jardinería (no en uno forestal) y que carecía de etiqueta. «También es ilegal: no se puede poner una especie en terreno forestal sin saber qué se está plantando».

Hernández recordó la posibilidad de sanción que se cierne sobre la primera encina de Puy du Fou y conminó a administración pública a retirarla para evitar males mayores. Aunque la asociación no emprenderá acciones legales inmediatas, valora la posibilidad de tomarlas si su denuncia pública termina cayendo en saco roto.

Por su parte, Santiago Sardinero, botánico de la UCLM y director del Plan de Biodiversidad de Puy du Fu, señala que las hojas de la encina plantada en el parque «tienen menos de siete pares de nervios, una característica de la encina continental» (la alsina, catalana, tiene las hojas más largas y con más de siete nervios), por lo que no comparte las críticas del movimiento contra Puy du Fou.