La conclusión de estos informes recogen dos razones principales: la primera, que el silencio administrativo al que se acogía el promotor Luciano Vázquez para iniciar las obras, «es silencio administrativo negativo, por lo tanto el que la administración no conteste, no habilita para comenzar los trabajos». Y el segundo, los cambios realizados sobre el proyecto básico, el que ya tenía licencia.