Declaró que «he visto una mano, mientras que el penalti a Canario fue clarísimo porque ha sido una patada que se ha oído; de hecho, es la única vez que su banquillo se ha callado». Va más allá al señalar que «es una jugada determinante porque es casi al final y podía haber supuesto la victoria». Confía en que el choque del miércoles con el Fuenlabrada marque la recuperación de su escuadra.