«Quieren la uva a precio de coste y no es justo»

C. SÁNCHEZ
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Para los viticultores lo justo sería que se pagase la uva blanca entre 4,5 y 5 pesetas el kilogrado, y respecto a la tinta, entre las 5 ó 6 pesetas

La campaña de la vendimia en Madridejos comenzó ayer sábado, en algunas cooperativas, con la recogida del tinto, y se extenderá hasta el miércoles para la variedad Cencibel. La Garnacha aún no ha alcanzado el grado y deberá esperarse unos días; mientras que el blanco, dependiendo de la analítica, empezará a cosecharse el jueves 27 ó viernes 28, en la variedad Airén principalmente. Este año la vendimia, con una producción normal, viene con una calidad «extraordinaria».

Moisés Sánchez Gutiérrez, agricultor profesional madridejense, con explotación agraria prioritaria, comentaba a La Tribuna que se empezaba ayer con el tinto de las muestras recogidas que han dado el grado, mientras que la uva tinta que no ha dado el grado se recogerá más avanzada la campaña, cuando la analítica aconseje que es su momento de recogida.

«La Garnacha aún no está a punto y el tinto de pámpana blanca que es mucho más tardío, se dejará para pasados unos días, ya que según las analíticas de esta semana el tinto tiene entre los 9 y 10 grados, cuando tiene que tener como mínimo 12 grados, por lo tanto se debe esperar», explicaba Moisés Sánchez.

La campaña se ha retrasado unos diez días. El motivo se debe a que la primavera fue lluviosa y con bajas temperaturas, lo que tuvo como resultado una floración más tardía, retrasando con ello la campaña.

Moisés Sánchez Gutiérrez, además de ser viticultor, pertenece a la Junta Directiva de la Cooperativa ‘Nuestra Señora de Valdehierro’ de Madridejos, y como cooperativista manifestaba que el sentir de la cooperativa es de desacuerdo con los precios que se pretende comprar la uva en el mercado, que rondan las 3 pesetas por kilogrado el blanco y las 3,50 pesetas el kilogrado el tinto.

«No lo vemos justo, las cooperativas no tienen existencias, y esta campaña no hay una producción exagerada. Se habla de un 20% más que el pasado año, pero es que el año pasado fue un 20% menor respecto a la producción normal, por lo tanto esta campaña se recogerá una producción normal para la zona, no un 20% por encima de lo normal», expresaba el viticultor y cooperativista.

Para los viticultores frente a las 3 pesetas el kilogrado de la uva blanca lo justo sería que se pagase entre 4,5 y 5 pesetas el kilogrado, y respecto al tinto que se quiere pagar a unas 3,5 pesetas el kilogrado lo justo sería entre las 5 ó 6 pesetas.

«Lo lógico es que se comprase a una media de entre 45 y 50 pesetas el kilo de uva en blanco, porque esas 15 pesetas de diferencia, entre el precio de mercado y el que merece la uva, sería nuestra ganancia, porque al precio que quieren comprar, es a precio de coste, y eso no es justo», indicaba Moisés Sánchez.

El viticultor se hace una pregunta, precios más justos sin subvención, o precios al coste o por debajo del coste con subvención, y la respuesta es clara, y prácticamente unánime, se prefiere que al producto se le dé el valor que merece y olvidarse de las subvenciones.

El sector vitícola está sano pero disconforme con la Administración. La incorporación de nuevas variedades vitícolas no ha favorecido ni a la cooperativa ni al productor, porque estas variedades se cultivan en bajos porcentajes, y su producción no da para abrir depósitos para esas nuevas variedades. Por otra parte, la uva no recibe el precio que merece porque las nuevas variedades tienen precios más altos y se pagan al precio de un tinto o un blanco. En este sentido según los viticultores de la comarca, la Administración puede haberse equivocado por no comprender a los agricultores en sus peticiones y deseos.