El presidente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Jesús Carrobles, ha vuelto a aprovechar su discurso en la apertura del curso de la institución para valorar la actual evolución urbanística de la ciudad. En esta ocasión, ha advertido sobre futuros planes urbanísticos que «desvirtúan» el entorno de la capital toledana, en lo que parecía una velada alusión a los proyectos que se van conociendo para zonas como La Peraleda o La Vega Baja.

El acto congregó ayer a numerosas personalidades en la sede de la Real Academia en la calle La Plata. Acompañaron a Carrobles en la Mesa Presidencial el viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa; y el teniente de Alcaldía y concejal de Urbanismo, Teo García. Junto a los académicos y demás público, siguieron los discursos los directores del Museo del Ejército, general de Brigada Antonio Rajo; de la Academia de Infantería, coronel Francisco Javier Marcos; y el dean de la Catedral, Juan Miguel Ferrer; entre otras autoridades civiles, militares y religiosas.

En su disertación, Carrobles señaló que «el principal problema de nuestra ciudad no es actualmente la conservación de sus inmuebles. El verdadero ‘Talón de Aquiles’ de nuestra población lo tenemos en la conservación de paisajes culturales que ha generado Toledo durante siglos, y estamos dispuestos a perder con la creación de desarrollos urbanísticos que desvirtúan nuestra Vega». Y añadía que «me refiero a la construcción de nuevos barrios siguiendo el ejemplo de Santa María de Benquerencia, que dista kilómetros de cualquier otro entorno poblado con todo lo que eso significa a la hora de generar una ciudad sostenible».

Otro planteamiento que hizo el presidente de la Real Academia ante el concejal de Urbanismo y las demás autoridades presentes fue la necesidad de actualizar el Plan Especial del Centro Histórico, que ya ha cumplido unos 20 años de vigencia. Carrobles volvió a indicar problemas en la zona más visitada de la ciudad como su progresiva despoblación, con el consiguiente «deterioro de espacios públicos», y  apuntó a los «desequilibrios» generados por nuevas actividades turísticas, situando la mente de los que lo escuchaban en fenómenos como el de la conversión de viviendas residenciales en apartamentos turísticos para cortas estancias.