El coordinador regional de Izquierda Unida en Castilla-La Mancha, Juan Ramón Crespo, fijó la postura de su partido respecto a la proliferación de macrogranjas de cerdos en diferentes localidades del territorio de la región. «Los perjuicios sociales que originan no compensan los casi nulos beneficios que crean», aseguró el portavoz de la formación. Durante su comparecencia en la sede del partido detalló como nocivos los efectos de estas explotaciones para la salud pública y en el medio ambiente. Crespo negó contrapartidas positivas en los ámbitos económico y laboral y criticó las subvenciones con que la Junta riega a estas propuestas.

IU mostró el rechazo de su federación por las macrogranjas y acusó a los diferentes proyectos previstos de poner en riesgo el propio desarrollo económico de las zonas donde se instalan. «Es falso que se estén creando muchos puestos de trabajo», indicó el portavoz. Crespo explicó que este modelo de gran concentración de animales «compite con explotaciones tradicionales y familiares», empresas más respetuosas con el entorno y que sí ayudan al empleo y a fijar población. «El trabajo es mecanizado, juega en contra del desarrollo sostenible de la región, del turismo y del propio patrimonio». El grueso de las propuestas pretenden ubicarse en diferentes municipios de la Serranía de Cuenca.

«Vienen huyendo de Aragón, Murcia y Cataluña. Reciben subvenciones y todo tipo de ayudas», clamó Crespo. Según los datos ofrecidos por su formación, el Gobierno de Castilla-La Mancha ofrece 100.000 euros por cada puesto de trabajo creado en las macrogranjas y 127.000 euros si se trata de un empleo joven.