Es uno de los temas que lleva meses, incluso años, en el debate político, sin que esté clara la solución definitiva. La candidata del Partido Popular a la Alcaldía de Toledo, Claudia Alonso, se desplazó ayer hasta la puerta de Urgencias del Hospital Virgen de la Salud de la capital regional para anunciar que si es la próxima alcaldesa de Toledo creará una mesa de trabajo para determinar el futuro del centro sanitario una vez que abra el nuevo hospital del barrio del Polígono, cuyas obras está previsto que finalicen en abril de este año, lo que no implica la apertura inmediata.

Alonso aboga por sentar, «desde el minuto uno de la nueva legislatura», a todas las administraciones, el Ayuntamiento, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y la Tesorería de la Seguridad Social, propietaria del inmueble, para hablar del futuro uso de estas dependencias sanitarias. «Entre todos tenemos que planificar lo que va a pasar con el edificio porque es un elemento básico de lo que ha sido y es el desarrollo y la actividad, además de un motor económico del barrio de Palomarejos», indicó.

Recalca que el edificio debe permanecer abierto, dado que su cierre perjudicaría notablemente al barrio de Palomarejos, donde se ubica, y explica que el futuro uso debe ser socio-sanitario, toda vez que así está establecido en la cesión del edificio. «La ciudad de Toledo no puede perder este edificio», apuntó.

La ‘popular’ reconoce que el traslado del Hospital Provincial puede ser una opción viable, tal y  como ha planteado desde hace meses la asociación de vecinos ‘La Voz del Barrio’ de Palomarejos. «Es una buena solución», afirmó, pero  añadiendo que «estamos en un momento en el que los ciudadanos están esperando de los políticos que nos sentemos, dialoguemos y acordemos en los asuntos importantes», dijo.

Indicó que el futuro del hospital es «una preocupación» para los residentes y los comerciantes de la zona, así como para los propios profesionales sanitarios y se mostró convencida de que cuestiones «estructurales e importantes» como esta se deben tomar «con tiempo, con altura de miras y pensando en el futuro de la ciudad».

Alonso mostró su confianza en que la próxima legislatura el nuevo hospital se abra, pero recalcó que esto tendrá consecuencias en Palomarejos, un efecto negativo que hay que paliar. «Hay comerciantes que temen que sus negocios mueran, vecinos que piensan que sus viviendas pierdan, y que el barrio se vea afectado».