Sinopsis oficial
Narra el reencuentro de tres hermanos ante la inminente muerte de su padre, en la región vinícola de Francia que da nombre a la película.
Una película de sentimientos y recuerdos familiares, contada a través de las cuatro estaciones desde el inicio de la vendimia.
La crítica -
Por J.M.S.
La frase que acompaña al título de la película: “El amor es como un buen vino, necesita tiempo” se justifica en el argumento de este film. Su protagonista, Jean, el joven primogénito de una familia poseedora de viñas y de una bodega, se alejó de su hogar hace una década por diferencias con su padre. Pero, precisamente, será la grave enfermedad de éste lo que le hará regresar. A lo largo de un año, y al compás de las estaciones, no solo veremos, en primera fila, lo que supone la gestación de un producto como el vino, tan cercano a la idiosincrasia de cualquier mediterráneo, sino que asistiremos a la recuperación de unos lazos fraternales y al crecimiento personal de esos individuos.
Cédric Klapisch con Santiago Amigorena, y la colaboración de Jean-Marc Roulot, han elaborado un guión que parece extraído de la vida misma, con diálogos creíbles, con situaciones serias pero también divertidas que nos hablan de los malentendidos entre seres queridos, de las palabras nunca pronunciadas, de la constatación de que la familia, y el amor que se profesan sus miembros, sigue siendo el mejor cimiento de nuestra sociedad. Precisamente, por ese mensaje optimista y esperanzador que late durante todo el metraje, esa será una de las pegas que cualquier escéptico pondrá a esta comedia dramática donde todo el mundo es bueno, porque no hay malvados sino pillos. Impecable, en esta hermosa película, es el trabajo de un trío de intérpretes en “estado de gracia” formado por Pio Marmaï, Ana Girardot y François Civil; que hacen gala de una química y una naturalidad impresionantes.